viernes, 15 de febrero de 2008

Reflexiones

EL VALOR DE SER PERSONA

Jorge Meléndrez

El ser humano pensante, con sentimientos y voluntad, es de un valor incalculable merced a su dignidad individual, y por el hecho de que la persona humana tiene un dinamismo interior que la impulsa a rechazar el ser tratada como un objeto, como un mero medio y no como un fin. La persona desea, desde lo más profundo de su ser, ser tratada como persona digna y respetable.
Por otra parte, frente a la persona humana, tenemos al grupo social, que no es otra cosa más que la unión solidaria de individuos en ocasiones diferentes entre sí pero con un fin común que los dignifica de manera individual. En ese sentido, el grupo social disfruta del valor que le otorgan cada uno de sus integrantes, por el hecho de que cada integrante, es en si mismo una persona total y acabada. El grupo social es en si mismo, una suma de individuos, de voluntades y de conciencias, aunque no siempre concordantes entre si.

Tenemos entonces que en el mundo, coexisten de manera simultanea grupos e individuos, y aunque por si mismos cada uno de ellos disfruta de un valor incalculable, por el simple hecho de que la persona humana es de individualidad y singularidad absoluta, tiene un valor mayor que el del grupo social al que pertenece, por la simple y sencilla razón de que el grupo en sí mismo es tan solo una forma social producto de la evolución social del hombre mismo.

Lo bueno de todo, es que el grupo significa frente al individuo, ausencia de vulnerabilidad frente al entorno, por el hecho de que dentro de los grupos, es donde se da con frecuencia el valor de la solidaridad, pues en la medida en la que cada integrante aporte fuerza, inteligencia y voluntad de manera sinérgica, el todo resultante es mucho mayor que la suma de los esfuerzos y aportaciones individuales, lo que significa que el individuo dimensiona su valor, pues por el solo hecho de dar y darse a sí mismo, recibe y se engrandece.
Hay quienes piensan, sin embargo, que el individuo que no pertenece a grupo alguno es un individuo cuyo valor es intrascendente, sin embargo, no perciben que el valor de la trascendencia individual, se da más por como un acto cualquiera a través del cual el ser humano va más allá de sí mismo, elevándose a una etapa evolutiva más elevada.
Por ello es necesario educarnos en la virtud o el valor del ser individuos totales y acabados, trascendentes y humanos en el más amplio sentido y significado de la palabra y no perder el sentido de ser persona, respetuosa y tolerante con otros individuos que por el solo hecho de serlo, disfrutan de la misma dignidad trascendente como la nuestra.
Debemos también aprender a estar conscientes de que el valor del grupo está en función del valor del individuo, y no a la inversa, aunque no por ello se excluya la importancia de cultivar el valor de la solidaridad con el grupo social al que pertenecemos, pues ello nos engrandece como personas y nos enriquece por el aprendizaje de las virtudes y valores que aportan el resto de los individuos con quienes sinergizamos.
La autorrealización del individuo se contempla como un proceso progresivo, personal, responsable y liberador que permite al ser humano ir más allá del mundo material que lo rodea, así como lograr una síntesis que integre a sí mismo las polaridades y dicotomías entre las que sobrevive, como son: cuerpo-mente, razón-intuición, materia-espíritu, sujeto-objeto, yo-tú, nosotros-los otros. En ese sentido, la unificación de los opuestos constituye el camino de la autorrealización personal, y en la medida de que se logra, se logra también la realización del grupo social.
Es decir, toda persona, en su proceso de autorrealización, tiende naturalmente hacia el desarrollo del potencial contenido en cada una de las dimensiones propias de su naturaleza, pues la realización de si mismo es lo que constituye el fin más noble y elevado al que el hombre puede aspirar y elegir. Esto significa que el ser humano puede optar por seguir esta tendencia natural y ser en trascendente por sí mismo o trascender dentro del grupo al que pertenece, sin por ello abandonar el valor de su individualidad. ¿Y usted que piensa al respecto? JM Desde la Universidad de San Miguel.
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