viernes, 14 de marzo de 2008

Reflexiones

13, UNA NUEVA GENERACIÓN PARA LA HISTORIA

Jorge Meléndrez

El día de ayer se celebró el Acto Académico de la 13ª generación de egresados de la Universidad de San Miguel. En esta ocasión y como ya es costumbre, me permití dirigirles un mensaje de despedida de nuestras aulas, haciendo énfasis en el hecho de que durante su periodo formativo, tuvieron siempre la libertad de decidir y de elegir, bajo las normas del respeto y la tolerancia, valores sustantivos que les fueron inculcados.

Que estos valores sustantivos serán, a partir de ahora, su responsabilidad pues inician un nuevo ciclo de aprendizaje dentro de las organizaciones empresariales e incluso, dentro de sus propios senderos como emprendedores.

Que no pierdan de vista que el mercado laboral, es mucho más exigente que la escuela, y por ello, deberán mantener la disciplina en el trabajo, el orden en la presentación de sus reportes, la puntualidad en el cumplimiento de sus responsabilidades, la importancia del trabajo en equipo, la disposición a trabajar bajo presión, la responsabilidad frente a clientes y proveedores, el compromiso en el desempeño de sus funciones y la búsqueda permanente de la excelencia, en suma, en todo aquello que les signifique calidad en su crecimiento y desarrollo como seres humanos serios y responsables. Que esa será quizá, su prueba de fuego en su vida profesional.

Se les dijo igualmente, que el mundo actual se mueve entre los límites que dan la tolerancia y la permisibilidad frente a la restricción y el orden, y que nunca como ahora, habíamos vivido bajo tanta confusión en los valores sociales de convivencia, los que están obligados a rescatar con el fin de recuperar la salud moral de nuestra sociedad.

Que a partir de ahora, deberán sustentar su quehacer social y profesional, en los principios de una sociedad educadora, que en esencia significa, coadyuvar y fomentar en sus ámbitos de influencia, una sociedad dispuesta a relacionarse dentro del orden y el respeto mutuo y participar mediante el ejemplo, en la formación de ciudadanos propositivos y comprometidos con el medio ambiente y el desarrollo y bienestar de su comunidad.

Que estén conscientes que la ciencia y la tecnología actual, son las fuerzas que desde mediados de la segunda mitad del siglo XX, con la era espacial, han propiciado el desarrollo de nuestras sociedades hasta el status en que se encuentran hoy día, más sin embargo, que deberán retomar el humanismo en sus vidas con el fin de coadyuvar en la construcción de una sociedad más humana y más comprometida.

Que por lo mismo, vean a la tecnología como una herramienta para hacer mejor las cosas, pero que no elviden que el verdadero soporte y fortaleza del hombre, son sus actitudes frente a los problemas que la vida les ofrece y que por lo mismo, establezcan de manera muy precisa, los límites entre la tecnología y el humanismo, ya que se corre el riesgo de que mucha tecnología tienda a deshumanizar al hombre.

Que cuando vayan a las empresas con estas ideas en la cabeza, y con una clara responsabilidad como profesionales, podrán advertir de manera muy precisa, todo lo que pueden ayudar a cambiar para hacer de sus lugares de trabajo, empresas socialmente responsables, empresas que dentro de su misión institucional, destaquen el compromiso social en programas que benefician e impacten positivamente en la preservación del medio ambiente y en las comunidades en las que tienen actividades.

Que hoy en día cuando las fronteras se han abierto al
comercio global, las organizaciones y empresas se encuentran en una constante lucha por ser cada vez más competitivas, por lo que deben prepararse para ser eficientes y capaces de dar mucho de si para el bienestar de la organización o empresa.

Que no existen hombres o mujeres que nunca hayan equivocado, y que no ha nacido el genio que nunca fracase en algo. Que lo que sí existe son personas que saben sacar fuerzas de sus errores y también, personas que de sus errores sólo sacan amargura y pesimismo.

Que vayan a conquistar el mundo empresarial, que sean líderes sociales capaces de participar en el cambio, que no se dejen deslumbrar por los reflectores de la fama pública, que sean modestos pero firmes, que sean discretos pero empujen fuerte, que no desistan frente al engaño y la maledicencia, en suma, que sean hombres y mujeres de verdad. JM Desde la Universidad de San Miguel.

udesmrector@gmail.com

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