domingo, 6 de enero de 2008

Reflexiones

APRENDIENDO A DECIDIR CON SABIDURÍA

Jorge MELÉNDREZ

Por regla general los seres humanos tomamos decisiones antes de emprender acciones; razón por la cual, es conveniente que aprendamos a decidir todas y cada una de las cosas de nuestra vida, por insignificantes que parezcan, con absoluta libertad y sabiduría, entendiendo por sabiduría, el ingrediente que acompaña a la inteligencia que nos ayuda a discernir sobre lo que nos es necesario y conveniente, sin caer en el interés ni en la mezquindad. Aquí la sabiduría debe entenderse también como el desprendimiento y la generosidad, que cuando se presentan, nos dan la oportunidad de dar sin recibir nada a cambio; y en consecuencia, la abundancia llega por añadidura a nuestros corazones y a nuestros bolsillos.

Hace unos pocos días, me llegó un e-mail de un viejo amigo; su nombre es José Luis Sandoval, y vive en Mazatlán y de él, recuerdo con mucho agrado su desprendimiento y generosidad, pues me brindó siempre una amistad sincera y desinteresada, actitud que estoy seguro aún conserva y cultiva, pues junto a su comentario de reencuentro, me envió un pequeña historia que habla muy bien de los beneficios que los seres humanos recibimos cuando tomamos decisiones y actuamos con sabiduría. Le agradezco desde aquí a José Luis, la oportunidad de difundir este bello mensaje. La historia dice más o menos así:

“Una mujer salió de su casa y vio a tres viejos de largas barbas sentados frente a su jardín. Como ella no los conocía, se acerco a ellos y les dijo: --¿Quienes son ustedes, que se les ofrece? Ellos no contestaron, se limitaron solo a mirarse entre sí y continuaron en actitud de espera silenciosa. Ella insistió: --¿Puedo hacer algo por ustedes? Por favor entren a mi casa para que coman algo. Entonces luego de mirarse entre sí, uno de ellos pregunto: ¿Está el señor de la casa? --¡No, no está! respondió ella. --¡Entonces no podemos entrar! dijeron ellos, ante la atónita mirada de la joven señora.

Al atardecer, cuando el marido llego, ella le contó lo sucedido, y con actitud comprensiva y llena de tranquilidad le dijo: --¡Anda mujer, ve a verlos, diles que ya llegue e invítalos a pasar! La mujer salió a invitar a los hombres a pasar a su casa.
--¡Muchas gracias!, pero por favor, discúlpenos señora, pero no podemos entrar a una casa los tres juntos explicaron los viejitos. –Pero... ¿Por qué?, preguntó ella muy extrañada. Entonces, uno de los hombres viendo a uno de sus amigos le dijo: -- Mire, él se llama “Riqueza”, luego volteo hacia el otro y exclamó: -- Y el nombre de él es “Éxito”, y yo me llamo “Amor”. Ahora vaya usted adentro y decida con su marido a cual de nosotros tres ustedes desean invitar a vuestra casa.
La mujer entro a su casa y le contó a su marido lo que ellos le dijeron. Entonces el hombre se puso feliz y exclamo con entusiasmo, --¡Que bueno!, entonces invitemos a Riqueza, dejemos que entre y que colme nuestro hogar. Ella no estuvo de acuerdo. -- Querido, ¿por qué no invitamos mejor a Éxito?, Creo que sería más conveniente. La hijita del matrimonio que estaba escuchando desde hacía un buen rato la conversación, vino corriendo con una idea: --Papá, mamá, ¿No sería mejor invitar a Amor? Nuestro hogar entonces estaría lleno de amor. – ¡Tiene razón nuestra niña dijo el señor a su esposa, anda, ve afuera e invita a Amor.
La esposa salió afuera y les pregunto a los viejitos: --¿Quién de ustedes es “Amor”? Por favor, venga para que sea nuestro invitado. Entonces, “Amor” se puso de pie y camino hacia la casa. Los otros dos también se levantaron y lo siguieron. Sorprendida, la joven señora les dijo: ¡Disculpen, pero atendiendo a su recomendación yo solo invite a Amor, ¿por qué ustedes también vienen? Los ancianos respondieron juntos: --¡Si hubieras invitado a “Riqueza” o a “Éxito”, los otros dos habrían permanecido afuera, pero ya que invitaste a “Amor”, donde sea que el vaya, nosotros vamos con él; pues dondequiera que hay amor, hay también riqueza y éxito.” (Fin de la historia)

¿Interesante historia para meditar, verdad.? ¿Y tú, a quién hubieses invitado.? [JM] ... Desde la Universidad de San Miguel.

udesmrector@gmail.com

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