viernes, 20 de junio de 2008

Reflexiones

ALAS DE MARIPOSA, Una vida plena de amor

Jorge Meléndrez

Cuando los seres humanos derramamos sobre quienes nos rodean; sobre todo nuestra familia y nuestros hijos y nietos todo el amor que nos alienta en la vida; significa un acto de amor pleno e incondicional, pero cuando nuestro corazón se reboza de ese amor, tenemos que aprender a darlo a nuestros semejantes, sobre todo a aquellos que sufren los embates de los juegos fatuos de la vida y que requieren para su rehabilitación pequeños soplos de vida impregnados con amor solidario. Así es la Señora Delia Villarreal de Arozamena, una bella mujer que reboza su amor y que a sus 85 años de vida productiva nos regala ahora una nueva colección de sus sueños y suspiros, de pequeños trozos de vida entregada a su familia y a los seres que la rodean con afecto, un nuevo libro de su colección de pensamientos positivos, que cada viernes nos hacen sentir más humanos frente a la turbulencia que nos inunda. Yo en lo personal, lo recibo como un regalo de unas manos generosas, llenas de amor y de ternura. Gracias Doña Delia por este nuevo regalo para mi colección de lecturas humanistas.

“Alas de Mariposa”, es el titulo que Doña delia escogió para su nuevo libro, y no pudo ser mejor pensado por el simple hecho de que la mariposa, es un bello ejemplar del reino animal, cuyas alas están cubiertas de diminutas escamas de diversos colores donde quedan, como lienzos pintados por manos de ángeles, dibujos lleno de colorido y formas diversas.

El alma de las mariposas es igual que el de muchas personas como Doña Delia, aparentemente pequeña como el tamaño de sus ojos, pero lo suficientemente fuerte como para resistir las inclemencias de un largo vuelo en la búsqueda de climas más benignos.

Las mariposas se alimentan del néctar de las flores, y cada uno de los relatos que Doña Delia nos regla cada viernes, son como un néctar para el alma de quienes somos sus más asiduos lectores. Así es como alimentamos nuestro espíritu y nos anima a continuar por los abrojos de esta vida que Dios nos ha regalado.

Leerla cada viernes, nos permite recordar que la vida vale la pena vivirla, y que al igual que el arco iris que se refleja en las alas de la mariposa, la alegría y el amor, que son el colorido de la vida, deben inundar nuestras almas para bien de los demás, pues no importa el tamaño ni el peso de nuestras penas, siempre podemos dar una palabra de aliento a favor de los demás seres que sufren.

Sumergirnos en la prosa de Doña Delia, es aprender a valorar las pequeñas cosas de la vida, es entender que nuestra existencia no es solo un continum de cosas que tienen que ver con la sobrevivencia diaria, sino minúsculos momentos de paz y tranquilidad para nuestro espíritu cansado de ver lo cotidiano. Veamos como ejemplo la belleza de esta prosa poética a través de un pequeño párrafo del artículo intitulado “Pequeña misiva.” Dice así: “…Llegar al lugar es cambiar de mundo dejando abajo mucho bagaje inútil, y darse cuenta de que no se necesita. Entonces es cuando uno ve otras cosas, como los celajes diferentes en la aurora y en el ocaso, un sol en el cenit refrescado por vientos que corren libres sobre kilómetros, de pastizales naturales, amarillos y flexibles, dóciles al aire; lugares donde el eco repite la voz y otros donde se la lleva cabalgando en las espigas hasta donde se funde con el cielo; la mirada se va, y puede llegar hasta los sueños; el baile de las llamitas en la fogata ilumina a la emoción más que a la noche cuando echan cuentos “del tigre” Y fue por eso que en una gruesa hojita de espavé, arbusto de limbo jugoso en el cual se puede escribir con algo punzante, en una hojita pequeña, me llegó un recado del compañero que aún puedo leer trayéndome aquellas imágenes felices. La hojita simplemente dice: “Te amo…” y conozco la letra…” Este párrafo es tan solo una pequeña muestra de lo que contiene “Alas de Mariposa”, pero no puedo resistir la tentación de invitarlos a probar más gotitas de miel que como prosa rimada nos regala Doña Delia. Este es de otro intitulado: “Tan fácil que resulta” y que dice así: “…El entendimiento y lo cordial no dependen solo del lenguaje, y a veces hay en que pueden prescindirse de él si hablan las actitudes, los ojos, la sonrisa. Es algo que brota de adentro y se da y se recibe, lo que hace un puente entre los hombres, borrando las diferencias…” ¿No les parece hermoso?

Para concluir citare una estrofa de un poema que leí en la Internet con el único fin de invitarlos a comprar el libro destinado a una buena causa, y sobre todo, leerlo con los ojos del alma y el entendimiento, con la seguridad de que nos ayudará a cambiar algo de nuestra vida. La estrofa dice así: “Y tú, mi buen compañero, /toma el libro; que, en verdad/ de poeta y caballero, /con mis Abrojos no hiero/ las manos de la amistad.” JM Desde la Universidad de San Miguel.

udesmrector@gmail.com

No hay comentarios: